¿Por qué se equivocan las encuestas?
¿Por qué se equivocan las encuestas?
Hasta hace sólo unos días, Arie Kapteyn era el hazmerreír de los profesionales de las encuestas, un carcamal anticuado del que todos se mofaban porque andaba por ahí haciendo unos sondeos disparatados y completamente a contracorriente que arrojaban escenarios tan impensables como que Donald Trump sería el 46 presidente de los Estados Unidos de América. Menudo chiflado...
Evidentemente, desde el pasado día 8 ya nadie se ríe de Kapteyn, quien se ha convertido en un referente de la demoscopia, la ciencia que trata de medir las opiniones y comportamientos humanos mediante sondeos de opinión. Porque ese viejo profesor de economía de la Universidad de California del Sur ha sido el único que, con sus encuestas para el diario Los Angeles Times, ha sido capaz de prever la victoria de Trump. Ningún otro de los grandes medios de comunicación estadounidenses acertó en sus pronósticos; todos patinaron estrepitosamente al dar como ganadora a Hillary Clinton.
Pero ésta no es la primera vez que los sondeos se equivocan. Las empresas de demoscopia encadenan desde hace meses varios clamorosos errores. Metieron la pata hasta el fondo cuando pronosticaron que, en el referéndum del Brexit de julio pasado, ganarían los partidarios de que el Reino Unido permaneciera en la Unión Europea. Erraron de cabo a rabo cuando dieron por sentado que, en octubre, la mayoría de los colombianos respaldaría el acuerdo de paz negociado entre el Gobierno y los guerrilleros de las FARC. Se confundieron de lleno cuando pronosticaron que, en mayo del año pasado, David Cameron no sería reelegido primer ministro británico.
Fallaron a lo grande en las últimas elecciones generales en España, cuando anunciaron que Podemos adelantaría al PSOE y que, gracias a ese sorpasso, se convertiría en el segundo partido del país. Acaba de suceder también con Nicolas Sarkozy, que ha perdido las primerias de la derecha francesa. Y se estrellaron ruidosamente al ser incapaces de predecir la victoria de Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales estadounidenses.
"Es una absoluta exageración decir que últimamente los sondeos están fallando mucho, no es verdad. En el mundo existen alrededor de 600 empresas que los hacen casi a diario, miles de sondeos al año. Y la mayoría aciertan. Hay estudios que muestran que alrededor del 90% dan en el blanco. En Estados Unidos, por ejemplo, han acertado rotundamente", sostiene José Juan Toharia, director de Metroscopia, argumentado que, los días previos a la votación, los sondeos daban a Hillary Clinton una ventaja de entre 1 y 2 puntos sobre Trump. "Y efectivamente la candidata demócrata ha ganado en número de votos. Lo que ocurre es que, en Estados Unidos, el presidente no se elige directamente mediante voto popular, sino que son los delegados de los estados los que lo hacen. Pero los sondeos han acertado: decían que Hillary iba a tener más votos y los ha tenido".
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